martes, 29 de marzo de 2011

¡Se pudrió todo!

La ministra de Seguridad, Nilda Garré, presentará hoy ante los ministros de Seguridad de las 23 provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, así como ante los jefes de todas las fuerzas de seguridad del país, la propuesta de un acta-acuerdo en la que se establecen las bases de actuación de las fuerzas de seguridad ante manifestaciones públicas. El texto señala, por ejemplo, que la intervención de las fuerzas policiales será progresiva, comenzando por el diálogo con los organizadores de la protesta; que siempre los poderes ejecutivos deberán designar a un funcionario político responsable de coordinar todas las acciones, se establecerá claramente la prohibición de portar armas de fuego a todo el personal policial que pudiera tener contacto directo con los manifestantes, quedando prohibido el uso de pistolas lanzagases; las postas de goma sólo podrán usarse para fines defensivos; todo el personal policial debe estar identificado y esa identificación debe verse claramente sobre el uniforme; habrá un funcionario policial a cargo de la operación y otro funcionario a cargo del control; en las manifestaciones previstas tendrán que establecerse barreras (vallas) para salvar la integridad de los manifestantes y evitar que haya terceras personas perjudicadas; se prohíbe la utilización de vehículos no identificados; todos los detenidos deberán ser transportados en patrulleros o vehículos específicos; los efectivos policiales deberán garantizar la libre cobertura de los medios de prensa y queda prohibido impedir la toma de fotografías, imágenes o testimonios.

Fuente: Los diez mandamientos

martes, 15 de marzo de 2011

Víctima del delito y la psicosis del miedo

Giunta franquea la cerca de un salto y reanuda su desesperada carrera. Ahora elude las zonas transitadas, camina deliberadamente por las calles de tierra. No puede evitar un encuentro, sin embargo. Son tres muchachos parados en una esquina, que lo miran pasar con curiosidad. Con voz entrecortada les cuenta algo de lo sucedido y les pide dinero, aunque sea unas monedas para tomar cualquier medio de transporte y alejarse de ese infierno. En esos noctámbulos encuentra un corazón menos duro. Uno le da un peso, otro un billete de diez. Giunta mira con asombro al empleado de la estación Chilavert, que le pregunta para dónde. No tiene la menor idea. No sabe siquiera dónde está. Debe ser todo un espectáculo este hombre de ojos desencajados, pelos de punta y rostro cubierto de sudor en esta noche helada, que pide un boleto y no sabe con qué destino”. La escena, magistralmente narrada en Operación Masacre, de Rodolfo Walsh, ocurre en un basural de José León Suárez, en 1956, y trata sobre los fusilamientos a civiles, masacrados antes incluso de que fuera dictada la ley marcial.

Benavídez, 54 años después. Matías Berardi (16) escapa como Giunta. Corre por las calles de tierra de un barrio que no sabe si es barrio, si es pueblo, si es ciudad. Corre y va pidiendo ayuda, como Giunta, pero con distinta suerte. Acaba de zafar, acaba de escaparse de la casa en la que lleva secuestrado más de doce horas. Matías corre por la calle Patricios, y grita desesperado. Todavía no sabe en qué punto de la provincia está, cuánto le falta para regresar a su casa. Minutos antes saltó una medianera que lo dejó en una casa lindera. De allí salió a la calle, a la libertad. Ve un kiosco, se acerca. Del otro lado del mostrador hay una señora mayor que al verlo prefiere cerrar las rejas con llaves. En Benavídez parece haber gente con corazones más duros que en Suárez, 50 años atrás. Matías corre a los gritos, desencajado. Son las ocho de la noche del martes y sabe que sus captores lo vienen siguiendo, y encuentra un auto estacionado, un remís, con el conductor adentro, que también se asusta y se niega a llevarlo.

Carlos Alhadeff es médico especialista en psiquiatría y psicología médica y autor del libro Miedo al miedo. Cree que es llamativo lo asustada que está la gente y cuenta que la mayoría de las consultas tienen que ver con el tema. “El caso de los vecinos es un claro ejemplo de lo que generan los medios de comunicación –dice Alhadeff–. Especialmente los noticieros de televisión.

Fuente: Matías Berardi, una víctima del delito
Textos relacionados:
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viernes, 11 de marzo de 2011

Creadores

De profesional a profesional

El inventor de la Harley-Davidson , Arthur Davidson, murió y fue al cielo.

Al llegar a las puertas del cielo, San Pedro le dice:
- ¡Hijo mio, como fuiste un buen hombre y tus motos cambiaron al mundo, tu premio es poder encontrarte con quien tu desees!
Arthur penso un poco y despues dijo:
- ¡Quiero encontrarme con Dios!
San Pedro llevó Arthur hasta la sala del trono y lo presentó a Dios.
Dios reconoció a Arthur y le dijo:
- ¿Entonces fuiste tú que inventaste la Harley-Davidson?
Arthur respondió:
- Es verdad, fui yo...

Dios comentó:
- No fue una buena invención... Es un vehículo inestáble, ruidoso y contaminante. De mantenimiento complicado, alto consumo...

Arthur molesto con los comentarios retrucó:
- Discúlpeme, ¿pero no fue Vd. quien inventó a la mujer?
- ¡Si, fui yo! - respondió Dios.
- Bien, aquí entre nosotros, de profesional a profesional, su invención no fue nada acertada: la suspensión delantera es muy inconsistente; es muy ruidosa y habladora a altas velocidades; en la mayoría de los casos, la suspensión trasera está floja y vibra demasiado; el área de entretenimiento está localizada demasiado cerca de la de reciclado; y los costos de mantenimiento son exorbitantes.

Dios meditó y respondió:
- Sí, es verdad, mi invento tiene defectos, pero de acuerdo con los datos que dispongo... ¡Hay muchos más hombres montados en mi invento que en el tuyo!

jueves, 3 de marzo de 2011

Así funciona la "Justicia"

Pensando en "la inmortalidad de los cangrejos", y planeando su fin de semana, un juez a cargo de un Juzgado Civil y Comercial está en su inmenso despacho. De pronto se le ocurre preguntarse si hacer el amor con su secretaria privada es trabajo o placer.

Llama a su secretario -que estaba leyendo el diario- y se lo plantea.
El Secretario dice no saberlo, que se abocará a estudiar el caso y responderá en 1 hora.

El Secretario, intrigado, acude al Auxiliar Letrado y pregunta:
- ¿Que el Juez haga el amor con su secretaria privada, es un acto de trabajo o de placer?
El Auxiliar Letrado (que estaba boludeando en internet), dice no saberlo; y el Secretario le asigna 45 minutos para buscar jurisprudencia y doctrina y resolverlo.

El Auxiliar Letrado le pasa la pelota a uno de los empleados de mayor rango (que estaba tomándose un té y rascándose los higos)y tampoco lo sabe. Le da 30 minutos para resolverlo.

Le pasa la duda a un empleado de menor rango -que tiene el escritorio lleno de papeles, varias sentencias que redactar, expedientes que archivar, preparando una audiencia de testigos "urgente", mientras atendía la Mesa de Entradas y preparaba un parcial para la Facultad- y te otorga 15 minutos para resolverlo.

Sin siquiera levantar la vista ni parar de tipear, el empleado responde:

- ¡Es placer!...

El jefe, intrigado por la inmediata respuesta, le pregunta como llegó tan rápido a esa conclusión. El empleado respondió:

- Porque si fuera trabajo, ¡¡seguro la tendría que coger yo...!!