
Alejadas en los resultados pero cercanas en el tiempo han quedado las encuestas que predecían un empate técnico con la fórmula del Frente para la Victoria. La desteñida campaña electoral generalizada, es más evidente en la principal fórmula opositora. Ni el hecho que el actual jefe de gobierno esté procesado, con procesamiento firme confirmado por la Cámara de Apelaciones parece haber hecho mella en su base de apoyo consolidado, que supera el 30%. Tampoco los enormes déficits de su gestión. Las promesas de eficacia y equipos que hace cuatro años sedujeron a todos los barrios de la capital en los que se impuso y la realidad demostró que eran nada más que un recurso publicitario. La subutilización de los presupuestos de salud, educación y vivienda; el deterioro evidente en ambos rubros; el transformar cada necesidad en un negocio; el abandono de los edificios y de los espacios culturales; la creación de un grupo paragubernamental (la UCEP) destinado para desalojar a los excluidos de viviendas ocupadas y del espacio público, fruto de las políticas económicas que suscribió en el pasado y que reivindica en el presente; sus expresiones discriminatorias; su cortedad expresiva; su evidente sujeción al grupo Clarín expresada en múltiple ocasiones y negocios, y en forma inequívoca al considerar a TN el único lugar apropiado para concretar el debate, todo ello no ha sido suficiente para mellar su caudal electoral.
El electorado de la Capital tiene particularidades que no se repiten en el resto del país. La mayor parte de sus ciudadanos ( los mal llamados vecinos) tienen prepagas u obra social, sus hijos concurren mayoritariamente a las escuelas privadas, son mucho más sensibles y afectados por la prédica mediática que establece un cerco cerrado sobre las limitaciones y errores del gobierno macrista. Autoproclamada la Capital como culta y cosmopolita, los capitalinos en franjas significativas desean recuperar el espacio público ocupado por la protesta social, aplicar una política inmigratoria limitada, que le solucionen el problema de los baches para que no tengan problemas los automóviles que se adquieren con una intensidad inédita y que se le mejore el tránsito, que las plazas luzcan prolijas y que se sature de policías la Reina del Plata para que la inseguridad sea desterrada.
En todos estos terrenos, el discurso macrista diseñado con evidente esmero por el publicista Jaime Durán Barba, sintoniza con esas franjas consolidadas que adhieren al macrismo, a las que no les importa, porque no necesita generalmente, todo lo que sea público en educación, salud y vivienda.
Hugo Presman
Esta es la canción preferida de Macri
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