El viernes 17 de abril de 2009, Lanata comenzó el programa leyendo una carta (real o no, poco importa) y editorializó al respecto. Comenzó diciendo:
“…mi hijo fue apuñalado por dos menores que portaban una faca. Él quería conocer un lugar bailable de Costa Salguero, con su novia, cosa que no llegó a hacer.
Lo sucedido ocurrió en un tramo de tres cuadras entre la parada del colectivo y el lugar en cuestión, zona custodiada supuestamente por la guardia urbana, a quienes vieron al bajar del micro.
En un momento dado se le acercaron dos menores de edad, uno de los cuales lo intentó agarrar de la manga de la campera diciéndole: –Pará, pará…, mientras que en la otra mano portaba algo escondido que intentaba clavarle en el abdomen.
No lo consiguió inmediatamente porque por suerte él tenía los reflejos, aprendidos cuando era chico, practicando aikido. Cuando uno de ellos se abalanzó hacia la novia, que había tomado distancia, presa de un ataque de nervios, él se desesperó para defenderla a ella; quedando de espaldas a quien finalmente lo tomó y le clavó algo entre la costilla flotante y el esternón, donde por suerte no tocó ningún órgano vital.
Finalmente le sacaron la cartera a la chica, que solo tenía adentro un celular común, el documento y 11 pesos. Al quedar solos, en medio de la desesperación por estar bañado en sangre y conocer sobre las posibles consecuencias de una puñalada de esas, intentaron pedir ayuda a quienes pasaban por la avenida en coche, pero ninguno frenó, cosa que entiendo porque uno no sabe si es un truco para hacerlo parar y asaltarlo, o no.
Lo que no entiendo es que haya pasado una camioneta con muchos jóvenes muy alegres, quienes se burlaban y reían de verlos en esas condiciones. Por último hubo un taxi que paró, pero les dijo que solo podía llevarlos al hospital si tenían plata. Si les habían robado todo, él no los podía llevar gratis. Como algo de dinero les había quedado, pudieron subir y tuvieron que buscar un policía en algún lado para que se hiciera responsable de la situación, y terminó la odisea en el Hospital Pirovano, donde fue excelentemente atendido y contenido, y a quienes agradezco enormemente.
Yo quiero decirles a quienes nos gobiernan que las personas comunes no necesitamos que los noticieros nos cuenten esas terribles cosas que pasan todos los días, porque no nos influye verlo repetido 20 veces al día, porque no somos tarados y nos damos cuenta que fue un solo hecho. Lo que nos da la gran perspectiva es lo que nos ocurre a nosotros mismos y a nuestros vecinos todos los días, y eso no lo cuenta nadie o a nadie le interesa. Es cruel plantearse si uno trabajó 22 años equivocadamente, de haberle enseñado a un hijo a lucharla, a intentar progresar por esfuerzo propio, a sobreponerse a las situaciones, para terminar pensando que tal vez eso no tenía valor, que a la sociedad no le importan los sacrificios, no le interesa que tipo de gente, no alentarlo a estudiar y sí a juntarse en las esquinas, a tomar cerveza y a drogarse. Y tal vez, si se hace delincuente andaría con más de 20 pesos en el bolsillo.
No pido pena de muerte porque estoy a favor de la vida. No pido más policías en la calle porque lo que debe haber son menos delincuentes. Que el comete un delito pague su deuda con la sociedad tenga el color político que tenga y venga de donde venga. Que pertenecer a una supuesta privilegiada clase media, no sea mal visto, sino que incluya cada vez a más gente. Elegir correctamente a los dirigentes y, por sobre todo, tener memoria, pero larga.”
Y luego, Lanata, dice:
El programa de hoy tiene que ver con eso, porque más allá de lo pintoresco de que se encuentren Peña y D’Elía, más allá de la pelea que tuvieron, esta idea se nos ocurrió por otra cosa, se nos ocurrió a partir del muro de Posse.
Cuando discutimos en la producción que vamos a hacer con el tema del muro, dijimos traigamos a D’Elía y a Peña, como si dijéramos traigamos un vecino de Villa Jardín y a uno del otro lado, traigamos a un concheto de San Isidro y traigamos a un tipo de clase media baja o baja.
D’Elía y Peña están, cada uno, de un lado de un muro.
Y es de ese muro, que hablaremos esta noche.
Es un muro social que lleva, siempre, separando las clases medias de los pobres, a los gays de los heterosexuales, a los universitarios de los trabajadores, a los rubios de los morochos, a los europeos de los sudacas, a los peronistas de los gorilas… Hay un muro. Pero el muro no es físico, no es como el de Posse, es un muro que tenemos en la cabeza.
¿Con quien te preferís casar con un obrero inglés o un obrero boliviano?
Ese muro lo tenemos en la cabeza.
Un negro corriendo ¿es un ejecutivo haciendo jogging o un arrebatador que escapa de la cana?
¿Un rubio es más lindo?
¿Los de ojos celestes son más confiables?
Yo tengo ojos celestes, pero me los tapo porque si no, ya, afano. (Risas).
Yo dije ¿cómo puedo hacer para no afanar, así, tiempo completo? Y entonces me puse lentes de contacto negros.
¿Qué quiere decir “buena presencia”?
¿La noche es peligrosa y el día no?
Nadie lo sabe más que yo, desde cuando Duhalde hablaba de prohibir la noche; porque las grandes cagadas se hacen de día.
Los acuerdos con el Fondo Monetario se firman de día, los decretos de los ministros se firman de día. La noche está llena de desesperados, pero no de hijos de puta de traje, que son los que deciden las cosas.
¿En la villa nadie labura?, lo que te falta a vos ¿lo tiene otro?, ¿existe la plusvalía?, ¿nos gusta laburar?, ¿somos confiables?, ¿los alemanes son ordenados y nosotros incorregibles?, ¿los suizos son tipos serios y ordenados o viven en el paraíso de la guita negra?
Ahí tenemos el muro.
¿El resentimiento es una fuerza negativa? ¿los negros hieden, huelen distinto?, ¿los coreanos trabajan?, ¿los árabes traicionan?, ¿los judíos son avaros?, ¿los gordos son alegres?, ¿los chinos nos quieren dominar?, ¿somos, nosotros, menos que los yankis?.
Esta noche, vamos a hablar de muros. Después De Todo, se llama ésto.
Luego estuvo la entrevista con Luis D’Elia y Fernando Peña, y los videos pueden verlos en D'Elía habló, Lanata y Peña escucharon. <=Click
Notas relacionadas:
::Quijotadas::
lunes, 20 de abril de 2009
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4 comentarios:
Te aseguro que la puñalada está, aún cuando en el momento por la adrenalina no la sentí, la herida en mi pecho se mantiene abierta, no en mi piel, pero si en mi alma.
Esto no debería haber pasado nunca.
Gracias al cielo a mi novia no le pasó nada.
Margarita e hijo:
Gracias por la visita y el comentario.
Realmente terminaba así.
La carta me pareció muy buena, bien redactada y adecuada a la situación, por ello mi duda.
Si hubiera sido "inventada" por la producción, no le quita mérito y es absolutamente verosímil.
Es procupante que la falta de solidaridad, y el "argentino, no te metas", haya calado tan hondo.
Un abrazo y el agradecimiento por la visita.
Hasta luego.
Una carta a Lanata
No es casualidad que el eslogan "Los argentinos somos derechos y humanos" prendiera tanto entre nosotros. Me acuerdo que en algunos barrios no podías caminar una cuadra sin cruzarte con un par de autos con el dichoso cartelito con los colores patrios de fondo. El año pasado apareció otro eslogan: "Estamos con el campo", sobre el mismo fondo celeste y blanco; este prendió un poco menos, pero en los mismos barrios
A los argentinos nos gusta creer que somos un país libre de racismo. No tenemos nada contra los negros, tampoco tenemos negros, lo que hace mas fácil ser tolerantes con ellos.
Blumberg, cuando aun era ingeniero, fue sincero y ejemplar al contar por radio que en Brasil tiene amigos negros, pero ojo, negros de piel, porque por dentro son tan blancos como cualquier persona decente.
Cuando Peña le dijo a Delia que su hijo era un "negro de mierda", creo que fue también sincero y ejemplar, porque eso es lo que piensa el, y muchos de sus amigos y vecinos. Fue uno de esos raptos de sinceridad irreflexiva que tanto nos gustan de él. Pero esta vez a mi no me gusto nada.
Yo creo que nadie es un negro de mierda, y creo que no se le debe decir negro de mierda a nadie, creo que esa es una expresión racista y xenófoba.
Cuando Peña insulto de manera tan racista al hijo de Delia pense que vos, Lanata, intervendrias y le dirias a Peña, "para loco te fuiste de mambo, sabemos que sos una buena persona y una buena persona no puede decir eso, disculpate con el hijo de Delia, promete que no va a pasar de nuevo y sigamos debatiendo."
Pero no, no dijiste nada en el momento, tal vez tu postura de moderador te lo impedía. Pero yo no creo que tu posición disculpe tu silencio, además no tuviste problemas para intervenir trayeendo a colación el tema de los hoteles de Kirchner, para contrastar el concepto de oligarquía de Delia.
Tal vez te sorprendió la situación, pues nadie espera que un amigo te salga con un brote racista. Pero al otro día tampoco dijiste nada sobre el tema, y lo que realmente me preocupo: nadie mas dijo nada sobre el tema.
Otro, en el lugar de Delia, le hubiera dicho a Peña "¿y vos que hablas puto de mierda?". Yo lo hubiera dicho. Si Peña me dice en la cara que mi hijo es un negro de mierda yo me levanto y lo cago a trompadas, o el me rompe la cara a mi, pero no se lo hubiera dejado pasar nunca. Delia si, y con eso se porto de un modo civil y dio el ejemplo. Aquel acusado de intolerante fue el que puso la otra mejilla y el supuesto libre pensador y tolerante, el artista, dio rienda suelta a un racismo desvergonzado. Si alguien te hubiera dicho a vos "gordo de mierda" ¿que hubieras hecho?
Si Delia le hubiera dicho a Peña "puto de mierda", o a alguien mas "judio de mierda", a los 5 minutos lo esta denunciando toda la clase política argentina, los medios y las embajadas. Pero le dijeron negro de mierda a su hijo y a nadie le parese un escandalo, algunos hasta aplaudieron que Peña fuera tan sincero y dijera lo que ellos mismos piensan. Y esto a mi me asusta porque se como es la secuencia histórica : primero son los chistes racistas, después los insultos y agresiones, luego los guetos y el aparthei, y de ahí al campo de concentración, la cámara de gas y el horno hay un paso mas corto.
Yo personalmente condeno toda forma de discriminación y racismo, no solo las que afectan a mi colectivo (sea judio, negro, gitano, pobre, etc) sino en si mismo. Supongo que mi condena no hará mucho contra la xenofobia local, pero no puede dejar de hacerlo y luego irme a dormir tranquilo.
Me solidarizo por completo con el hijo de Delia.
Daniel Rico.
otro judio, puto y negro de mierda, y encima gordo.
Es terrible este ejemoplo. Tal vez podamos resolver, pero entre todos... necesitamos vernos, ayudarnos, saludarnos, saber algo de nuestras vidas... para dejar sde ser seres anónimos, para interesarnos del que está próximo, que es mi prójimos... también del excluído, del marginal... Tal vez sea la oportunidad ahora de hacerlo, porque si el fenómeno de la inseguridad crece, como que crece en todo el mundo, ya serán muchos y estaremos acorralados.
No seamos tan ingenuos. Ese dedo acusador que señala al otro, tiene otros 3 dedos de la mano que me señalan a mí...
(Uh! me puse medio filósofa contemplativa...)
Te saludo.
Buieno tu blog! Me hace pensar, y por eso me expresé... tal vez sea demasiado...
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