jueves, 28 de enero de 2010

DNU: Decretos de Necesidad y Urgencia


Se le cuestiona a la actual presidente el uso de los DNU.

Veamos como fueron utilizados a través de distintos gobiernos.


Menem, transando con los poderosos, hizo 545.
De la Rúa (en dos años) 73.
Duhalde (en un año y pico) 158.
Nestor Kirchner (sacando al país del infierno) 270.
Cristina Fernández de Kircher, con una oposición destituyente: 13.

¿Quienes hicieron abuso, sin que se registraran críticas por su accionar?

>
>>>>>>>>>>>Envíe por correo o comentario la URL (http://..........) de la página publicada (propia o ajena) respecto al tema y será colocada aquí.
>

domingo, 24 de enero de 2010

Capitalismo contra ciencia

por Mike Palecek

Constantemente somos bombardeados con el mito de que el capitalismo impulsa la innovación, tecnología y el avance científico. Se nos dice que la competencia, combinado con la motivación por el lucro, empuja a la ciencia hacia nuevas fronteras y le da a las grandes corporaciones el incentivo para desarrollar nuevas medicinas, drogas y tratamientos. Se nos dice que el mercado libre es el mayor motivador para el avance humano. Pero en realidad, la verdad es exactamente lo opuesto. Las patentes, la ganancia y la propiedad privada de los medios de producción son en realidad los más grandes obstáculos que la ciencia haya conocido en la historia reciente. El capitalismo está retrasando todos y cada uno de los aspectos del desarrollo humano, y la ciencia y tecnología no son una excepción.

Hay un gran mercado internacional para los fósiles. El capitalismo ha reducido estos tesoros, que con todo derecho le pertenecen a la humanidad entera, en meras mercancías. Fósiles en manos privadas por lo general son prestados o incluso alquilados a museos para que los puedan estudiar o exhibir. Hay colecciones de fósiles que recorren el mundo para producirles dinero a sus propietarios, en lugar de estar disponibles para estudios serios, científicos. E incontables especies extrañas esperan en los almacenes de compañías de inversiones o en los salones de coleccionistas, sirviendo de nada más que de piezas sobre las cuales conversar durante una copa de coñac. Es imposible saber cuántos fósiles de gran importancia están simplemente guardados, esperando ser descubiertos de la oficina de algún multimillonario.

Investigación Médica
La industria farmacéutica es bien conocida por sus precios exorbitantes y negarse a distribuir medicamentos a aquellos que no los pueden costear. La falta de drogas para combatir la pandemia del SIDA, particularmente en África, es suficiente para probarlo.

Los pacientes con SIDA pueden pagar decenas de miles de dólares por año por los medicamentos que necesitan para mantenerse con vida. En 2003, cuando se introdujo una nueva droga llamada Fuzeon, hubo un escándalo por los precios del mismo, que implicaría gastos por encima de los $20.000 anuales por paciente. El gerente general de Laboratorios Roche, Franz Humer, intentó justificar el precio de venta: “Necesitamos tener una taza de retorno decente sobre nuestras innovaciones. Éste es un adelanto mayúsculo en terapia… No puedo imaginarme una sociedad que no desee que continúe la innovación”.

Pero la innovación de la que habla el Sr. Humer es sólo a medias. Las farmacéuticas no están motivadas por la compasión, sino por el dinero. Para una de estas grandes compañías, un enfermo de SIDA no es un paciente sino un cliente. La industria farmacéutica tiene un incentivo financiero para asegurarse que estas personas sean clientes frecuentes.

Ha habido cierta presión para financiar investigaciones dirigidas a encontrar una vacuna al SIDA y, más recientemente, un microbicida efectivo. Sin embargo, la inmensa mayoría de estos recursos vienen del Gobierno y de grupos sin fines de lucro. Ninguna empresa sobre la tierra va a financiar investigaciones específicamente diseñadas para sacarlas del mercado.

Problemas similares surgen en otras áreas de la investigación médica. En el campo del cáncer, a principios de 2007 se descubrió una droga extremadamente prometedora. Investigadores de la Universidad de Alberta (Canadá) descubrieron que una simple molécula de Dicloroacetato (DCA) puede reactivar la mitocondria en células cancerosas, haciendo que éstas mueran como las células normales. Las investigaciones revelaron que el DCA parece ser extremadamente efectivo contra varias formas de cáncer en laboratorio y promete ser de hecho una cura para el cáncer.
El DCA no está patentado ni es patentable. Las empresas farmacéuticas no van a poder sacarle cuantiosos beneficios a la producción de este medicamento, por lo que no están interesados. Los investigadores se han visto obligados a recaudar fondos ellos mismos para financiar tan importante trabajo.

La falta de investigaciones en potenciales curas que no son patentables no se limita al DCA. Hay toda una industria montada alrededor de los denominados remedios naturales alternativos. Muchas personas, incluido el presente autor, somos escépticas sobre las pretensiones hechas por aquellos que apoyan la medicina alternativa. Richard Dawkins señala que “Si una técnica de sanación se demuestra que tiene propiedades curativas in experimentos doble-ciego apropiadamente controlados, deja de ser alternativa. Simplemente se vuelve… medicina”. Pero esta visión blanca y negra no toma en cuenta las limitaciones impuestas por el capitalismo sobre la ciencia.

Tecnología e industria
Se supone que es en la industria manufacturera en particular donde la innovación capitalista está en su elemento. Se nos dice que la competencia entre empresas llevará a mejores productos, menores precios, nueva tecnología y nueva innovación. Pero nuevamente cuando inspeccionamos más de cerca vemos cómo los intereses privados sirven más de barrera que de impulsor. Las patentes y los secretos comerciales impiden el desarrollo de nuevas tecnologías. La industria petrolera en particular tiene una larga historia de compra de patentes simplemente para impedir que los productos siquiera salgan al mercado.

La competencia puede servir como un motivador para el desarrollo de nuevos productos. Pero como ya hemos visto con anterioridad, también puede servir como motivador para prevenir que nuevos productos vean jamás la luz del día.

El documental “¿Quién mató al carro eléctrico?”, filmado en 2006, entra profundamente en detalle sobre el papel jugado por las grandes petroleras, las empresas automotrices y el propio gobierno federal norteamericano para prevenir que saliera a la calle un vehículo alternativo. El cineasta dice que las compañías del sector automotriz perderían si se llegase a producir vehículos eléctricos debido a la mayor simpleza para su mantenimiento. El sector autopartista y de repuestos podría verse diezmado. Las empresas petroleras verían una dramática reducción en la demanda de sus productos si el mundo cambiase a vehículos eléctricos. Se dice que las celdas de combustible de hidrógeno, que tienen poca oportunidad de convertirse en una tecnología útil, son usadas en realidad como una distracción de las alternativas reales.

Pero la mayor acusación es hecha contra las grandes petroleras y auto manufactureras. El documental sugiere que las empresas automotrices han saboteado su propia investigación sobre carros eléctricos. Lo que es peor, las empresas petroleras han adquirido las patentes para las baterías NiMH para evitar que sean usadas en vehículos eléctricos. Éstas son las mismas baterías que se usan en computadoras portátiles y baterías grandes de este tipo podrían hacer realidad la idea de un vehículo eléctrico. Pero Chevron mantiene su poder de veto sobre cualquier licencia o uso de la tecnología de las baterías NiMH.

Mientras que comprar patentes es un medio efectivo para engavetar nuevas innovaciones, el sistema capitalista ciertamente tiene otras maneras de detener investigaciones y desarrollo. La naturaleza misma de un sistema basado en la competencia hace que la investigación colaborativa sea imposible. Bien sea la industria farmacéutica, la industria automotriz o cualquier otra, el capitalismo divide a los mejores científicos e ingenieros entre corporaciones en competencia. Cualquiera involucrado en investigación o desarrollo de productos se ve forzado a firmar acuerdos de confidencialidad como condiciones del trabajo. No sólo se les impide trabajar en conjunto sino que incluso ¡se les prohíbe comparar sus notas!

La revisión por pares, o el arbitraje, se supone que es una pieza fundamental del método científico. Muchas veces, los grandes avances los realizan no grupos de investigación individuales sino muchos grupos de investigadores. Un grupo desarrolla una pieza del rompecabezas, algún otro descubre otra e incluso otro equipo más de científicos logra juntar todas las piezas. ¿Cómo puede un sistema basado en la competencia promover tales esfuerzos colaborativos?

Los gobiernos del mundo claramente reconocen que esto es un problema. Cada vez que se enfrentan a una crisis seria echan sus ideales de libre mercado por la ventana y se vuelcan al sector público. Muchas veces se ha argumentado que la II Guerra Mundial la ganó la nacionalización y planificación. El capitalismo en Gran Bretaña básicamente se detuvo, de manera tal que los esfuerzos de la guerra pudieran ser organizados de manera efectiva. En los EEUU, una nacionalización a tal escala no se llevó a cabo pero cuando se trató de investigación y desarrollo, la tarea no se le confió al sector privado.

Ciencia, Tecnología y Planificación Económica
La prueba más contundente del impedimento del capitalismo sobre la ciencia y la tecnología viene no del capitalismo sino de la alternativa. A pesar de que la URSS bajo Stalin estaba lejos de ser la sociedad socialista ideal (una idea que hemos explicado una y otra vez en multitud de documentos), su historia nos presenta una excelente visión del potencial de una economía nacionalizada y planificada. En 1917, los bolcheviques tomaron el control de un país atrasado y semi-feudal que había quedado arruinado con la I Guerra Mundial. En cuestión de pocas décadas fue transformada en una gran super-potencia. La URSS llegaría a ser el primer país en colocar un satélite en órbita, el primer en colocar un hombre en el espacio y el primero en construir una estación espacial permanente habitada por el hombre. Los científicos soviéticos llevaron más allá las fronteras del conocimiento, especialmente en Matemática, Astronomía, Física Nuclear, Exploración Espacial y Química. Muchos científicos de la era soviética fueron ganadores del Premio Nobel en distintos campos. Estos éxitos son particularmente impresionantes cuando se considera el estado en que se encontraba el país cuando fue derrocado el capitalismo.

¿Cómo fueron posibles tales avances? ¿Cómo pudo la URSS pasar de tener una población en un 90% analfabeta a tener más científicos, doctores e ingenieros per cápita que cualquier otro país en el mundo en tan sólo unas décadas? La superioridad de la economía nacionalizada y planificada y la ruptura con la demencia del capitalismo es la única explicación.

El primer paso en este proceso fue simplemente reconocer que la ciencia es una prioridad. Bajo el capitalismo, la habilidad de las empresas privadas para desarrollar la ciencia y tecnología se limita por la visión estrecha de lo que es rentable.

Otro componente vital de su éxito fue la expansión masiva de la educación. Al abolir la educación privada y proveyendo educación gratuita a todos los niveles, los individuos en la población pudo hacer efectivo su potencial. Cualquier ciudadano podía continuar estudiando siempre y cuando fuese capaz de hacerlo. Por el contrario, incluso en muchos países capitalistas han sido incapaces de eliminar el analfabetismo, ni hablar de abrir la educación universitaria a todos los que quieran.
El gobierno soviético inmediatamente tiró abajo todas las barreras sobre la ciencia que estrangulan la innovación dentro del sistema capitalista. Patentes, secretos comerciales y la industria privada fueron eliminados. Esto permitió una investigación más colaborativa entre los distintos campos y un flujo libre de información entre los institutos. Los prejuicios religiosos que retrasan y contienen el estudio racional fue echado a un lado. Sólo hay que pensar en la prohibición de la investigación sobre las células madre bajo el régimen de G. W. Bush para ver los efectos negativos que el misticismo religioso puede tener sobre la ciencia.

Por supuesto que no todo era bueno bajo el estalinismo. Así como la burocracia impedía el desarrollo de la economía, también retrasó el desarrollo de ciertas áreas de estudio. Mientras que la mayoría de las barreras del capitalismo fueron derribadas, en algunos casos fueron erigidas nuevas murallas ya que la dirección de la investigación científica fue subyugada a las necesidades y deseos de la burocracia. En algunos casos extremos, ciertos campos de estudio fueron prohibidos por completo e importantes científicos enviados a los campos de trabajos forzados en Siberia. Uno de los casos más escandalosos era el desprecio de Stalin por la genética de cromosomas. El estudio de la genética fue prohibida y numerosos e importantes genetistas, incluyendo Agol, Levit y Nadson, fueron ejecutados. Nikolai Vavilov, uno de los genetistas más prominentes de la URSS fue enviado a campos de trabajo forzado, donde murió en 1943. Esta prohibición no fue revertida sino hasta mediados de los años 1960. Estos crímenes no fueron crímenes del Socialismo, sino del estalinismo. Bajo una economía democráticamente planificada no habría necesidad de tales atrocidades.

Hoy en día es la tarea de aquellos interesados en ciencia y socialismo el aprender las lecciones de la historia. La ciencia está siendo contenida por intereses particulares e industria capitalista. La falta de recursos para educación e investigación mantiene las puertas cerradas a muchos jóvenes interesados. La interferencia religiosa encierra a la ciencia en una jaula y declara importantes campos de estudio como prohibidos. Las cadenas del libre mercado impiden que investigaciones importantes puedan ser realizadas. Las empresas privadas se niegan a dejar salir nuevas tecnologías de sus cuartos traseros. Coleccionistas privados retienen especímenes únicos e importantes para su entretenimiento personal. Curas potenciales para enfermedades mortales se dejan a un lado para liberar el camino para investigaciones sobre drogas para curar la disfunción eréctil. Esto es demencial. El capitalismo no motoriza la innovación sino que la impide en cada momento.

La humanidad hoy en día está siendo retenida por un sistema económico diseñado para esclavizar a la mayoría para el beneficio de una minoría. Todo aspecto del desarrollo humano está siendo retrasado por el mal llamado mercado libre. Con el desarrollo de computadoras, Internet y nuevas tecnologías, la humanidad está a un paso de un futuro brillante de de avances científicos y de prosperidad. Estamos aprendiendo más y más sobre cada aspecto de nuestra existencia. Lo que una vez era imposible, es hoy una realidad tangible. Lo que una vez era un misterio, hoy es comprendido. Lo que una vez estaba oculto, hoy está a plena vista. El avance del conocimiento científico algún día pondrá los confines más lejanos de nuestro universo en la punta de nuestros dedos. Lo único que nos lo impide es el capitalismo.
Fuente: Capitalismo contra ciencia
Textos relacionados:
El tóxico de los campos
“Lo que sucede en Argentina es casi un experimento masivo”
Un apoyo a la libertad de investigación
·

martes, 12 de enero de 2010

Con Cristina no se jode

Palabras de la señora Presidente de la República Argentina en el Banco Nación, el lunes 11 de enero de 2010, en el acto de anuncios sobre comercialización del trigo y firma del convenio en el Banco de la Nación Argentino.

Quiero agradecer la presencia de instituciones tan importantes como la Bolsa de Cereales de Rosario la que, a través de su Mercado de Valores Sociedad Anónima, es una de las instituciones que, precisamente en el sector privado, junto a instituciones como el Banco de la Nación Argentina y la Comisión Nacional de Valores, nos permiten poner en marcha hoy una jornada de trabajo entre el sector público y privado, del sector privado uno de los más dinámicos del país, el del mercado cerealero, poniendo en marcha dos instrumentos fundamentales para los productores, para la actividad económica y para la Argentina en definitiva.

Por un lado, hoy tenemos un problema con el precio del trigo que es, sostener su valor precio pleno para los productores. En base a esto, es que estamos sosteniendo esta operatoria que ponemos en marcha del Banco Nación, donde a tasas subsidiadas de 7 puntos, en realidad en 180 días es a 3,5 puntos, el Banco Nación va a ayudar a que el productor no tenga que malvender su trigo y pueda, aguantar para tener un buen precio. Como verán, el mercado, el Estado en este caso, interviniendo en el mercado para ayudar a sostener el precio.

Esto es un poco para derrumbar estas teorías de que el Estado interviene siempre para perjudicar a los productores, a la actividad económica. No, hoy el Banco Nación pone en marcha esta operatoria y también la Bolsa de Cereales de Rosario con su Mercado de Valor, precisamente para sostener el precio.

Ha habido una cosecha más que importante en la provincia Entre Ríos, hay un excedente, esto también un poquito para contestarles a aquellos que decían que íbamos a tener que importar trigo; pero no solamente no tenemos que importar trigo, sino que tenemos que salir a sostener desde el Estado con instrumentos activos el precio para que no se le caiga a los productores.

Digo esto porque, como hay mucha gente, por lo menos en los medios no en la sociedad, tirando pálidas todo el día, lo cierto es que tenemos que poner también en valor esto que no es una de la Presidenta de la Nación, sino de los recursos del Estado que, a través de un equipo de Gobierno, hemos diseñado esto como uno de los instrumento para poder ayudar al productor.

Ustedes saben que 27.000 productores, son aproximadamente los productores del 47 por ciento de nuestro trigo y 2.100 productores los que producen el resto de lo que tiene la Argentina en materia de trigo.
La otra institución es una introducción realmente novedosa, creada desde la Comisión Nacional de Valores, y que es el cheque diferido con garantía de warrants.
Quiero contarles algo, yo recién le comentaba a Daniel Scioli, que la primera vez que estudié los warrants no fue en la Facultad de Derecho, ustedes saben que soy abogada, sino en el colegio secundario, épocas en que en el colegio secundario se aprendía y mucho, soy de perito mercantil y ahí estudiamos la figura del warrant como un depósito, un acopio que hace el productor, le dan un certificado en donde acopie y con eso tiene una garantía para poder negociar.

Esto también va a permitir ampliar y dinamizar el mercado de capitales en un sector tan dinámico como es también el mercado de los cereales que, dicho sea de paso, contra todos los pronósticos también viene muy bien.
El día viernes recibimos una carta en el Gobierno por parte de la Cámara Argentina de Exportadores Cerealeros, ustedes saben que agrupa a las principales exportadoras multinacionales y nacionales, donde nos adelantan que, debido a las condiciones meteorológicas, vamos a tener una producción de maíz que va oscilar entre los 16 millones y medio y 17 millones y medio de toneladas de maíz.
Se acuerdan que se hablaba de 9, 10 millones de toneladas de maíz, bueno, vamos a tener una muy buena producción, 4 millones de sorgo calculan y también un millón y medio de cebada, pero no utilizable para la maltería, con lo cual la Cámara estima que vamos a tener un excedente muy importante en materia de forrajería interna que, como ustedes saben, es vital para varias actividades tales como la cárnica, la avícola, etcétera
Pero lo que es más importante, nos habla de la necesidad de reunir a la Comisión que oportunamente creamos para el tema de apertura exportaciones, porque conservadoramente me dicen, utilizaron esta palabra, vamos a tener por lo menos para exportar 9 millones de toneladas de maíz. Lo cual es un éxito de los productores argentinos y quiero felicitarlos porque sé que aquí hay muchos de ellos, quiero felicitar el esfuerzo por la inversión y por creer en su país, en el país que les ha dado tanto y en el que todo tenemos un fuerte compromiso.
Conjuntamente también, hemos tenido este año un muy buen año en materia de exportaciones, no tanto por las exportaciones en sí, que disminuyeron un poquito desde el año pasado, pero sí con un superávit comercial más que importante, 16.591 millones de dólares, un 32 por ciento del superávit comercial más que el mejor superávit comercial de nuestra historia que se había dado en el 2008. Creo que el valor de este superávit no es solamente por ser más grande, sino porque además se ha producido en el peor año de la economía del mundo, lo cual también le da un valor, digamos, a la administración, fundamentalmente a la gestión que hemos hecho para poder lograr en la peor crisis esto. Y han aportado mucho de esos dólares los productores con 9.000 millones de dólares sobre 55.000 millones de dólares de exportaciones, el resto de las exportaciones son manufacturas industriales, manufacturas de origen agropecuario y también exportaciones en materia de combustibles.

Pero como ustedes ven, son números muy sólidos, una administración muy sólida que nos ha permitido tener un cúmulo de reservas más que importante.
También en materia de carne, ya que también hay productores de carne -desde aquí divisó a algunos de ellos, desde este atril-, hemos batido récords en miles de millones de dólares de exportación de carne en el año 2009, 1.939 millones de dólares, casi 2.000 millones de dólares en materia de exportaciones de carne y en cuanto a toneladas estamos un poquito abajo de también otro récord histórico en materia de exportaciones de carne que fue en el año 2005. Esto es muy importante también para aventar esos pronósticos de que íbamos a tener que importar carne.

En cuanto a la leche, hemos también tenido una importante exportación, la segunda de toda la serie, la más alta fue en el 2006. El problema fue que aquí cambió abruptamente el precio de la leche, se nos cayó el precio de la leche y por eso también durante este año que pasó, el peor de la historia en materia económica mundial, el Estado también tomó otra media muy importante como fue subsidiar el precio de la leche, que también el Estado intervino para poner plata, fueron exactamente 500 millones de pesos que se colocaron este año para que el sector lechero no hubiera lo que se dice comúnmente en la jerga de la actividad, puré de leche, es decir leche que no pudiera ser vendida y por lo tanto eso provocara quebrantos a los productores.

Realmente fue muy importante porque permitió ayudar, salvar, si se me permite entre comillas porque salvar suena demasiado pretencioso y omnipotente, pero sí ayudar fuertemente a una producción lechera como la argentina que es modelo y que tenemos que seguir trabajando para crecer en producción y conquistar nuevo mercados.
Inclusive, hablando de mercados, les quería comentar que parte del crecimiento que tuvimos en las exportaciones de la carne, tuvimos algunos crecimientos importantes como Egipto que fue del 816 por ciento, comparadas con las 700 toneladas que habíamos vendido el año pasado contra las 7.000 y pico de este año, lo mismo en Argelia, lo mismo con Venezuela, con Chile que también se convirtió en un importante destino de nuestras carnes, aumentamos en relación al año pasado un 62 por ciento. Con lo cual tenemos números fuertes, importantes, ustedes son productores de dólares, es bueno recordarlo eso, la Argentina no emite dólares, tampoco los podemos pintar ni dibujar, los juntamos de acuerdo a cómo administramos la economía, a cómo se administra el comercio y a cómo se maneja nuestra balanza comercial, o sea, la diferencia entre lo que exportamos y lo que importamos.

También una medida que creo que fue muy importante porque vivimos en un mundo de mercados muy volátiles en los cuales la Argentina tiene muy mala fama desgraciadamente.

Ustedes saben que en el año 2001, se declaró el default soberano más importante en la historia de la economía mundial, pero lejos de hacerlo como una medida para pedir inmediatamente una reestructuración de la deuda, se hizo casi como un festejo político. Con lo cual no hizo más que agravar la situación de default porque cuando el mundo ve que un país festeja que deja de pagar, se convierte en algo muy extraño y muy raro.

Pero estas son las cosas que han pasado y que algunos quieren que vuelvan a pasar -y no va a pasar- en la República Argentina y, precisamente por eso, creamos ese Fondo del Bicentenario para garantizar con nuestras reservas la deuda que tiene el país para saldar en este año que viene del Bicentenario 2010.

Para que ustedes tengan una idea: cuando Kirchner, en el año 2006, decidió pagar en efectivo, cash al Fondo Monetario Internacional, utilizó el 100 por ciento de las reservas disponibles, eran casi 10.000 millones de dólares y esto significaba el 100 por ciento de las reservas disponibles del Banco Central, con un PBI, en ese momento, mucho más bajo que ahora, teníamos un PBI de 180.000 millones de dólares.

Cuando esta Presidenta decidió crear este Fondo del Bicentenario para pagar las deudas que, obviamente, no originó este Gobierno, al contrario, venimos desendeudando muy duramente a la Argentina, Kirchner la recibió con un 170 por ciento del PBI de endeudamiento y hoy estamos un poquito más del 40 y pico por ciento de endeudamiento y queremos profundizar ese desendeudamiento y esa garantía, bueno, este año, tenemos 305.000 millones de dólares de PBI y solamente, este Fondo del Bicentenario de 6.500, 6.600 millones de dólares, representa solo un tercio de las reservas, no el 100 por ciento, lo que representaba en el 2006 cuando teníamos también mucho menos PBI y cuando estamos, además, logrando una cotización mucho mejor de nuestros bonos que nos permitirá tener un canje exitoso y salir definitivamente del default. Porque la Argentina necesita imperiosamente salir del default para que nuestras empresas, para que ustedes puedan conseguir financiamiento más barato en todas parte del mundo.

Es este, simple y sencillamente el objetivo que esta Presidenta tuvo en crear ese Fondo del Bicentenario, clave para que la Argentina vuelva a acceder a los mercados de capitales, pero que lo vuelva a hacer, no pagando tasas del 15 o del 16, sino tasas absolutamente razonables como pueden acceder las empresas de otros países que nunca festejaron ni declararon ningún default.

Pero bueno, puede ser que haya algunos que quieran que sigamos en el endeudamiento, tomando deuda, tomando capital a tasas mayores porque, obviamente, siempre la especulación financiera es un negocio muy importante y, si no, que se lo pregunten a los fondos buitres que están allí latentes y esperando cuándo pueden dar su zarpazo sobre la Argentina.

Quiero decirles a todos que tengamos mucha tranquilidad y mucha fe porque, por allí no tendremos el mejor carácter del mundo, no seremos los más simpáticos, pero yo les puedo asegurar que cuando se trata de defender los intereses del país, de pelear por los intereses de los argentinos contra otros intereses, que no es que sean malos ni buenos, son intereses y son por allí intereses de los que les convienen otras cosas diferentes a los que nos conviene a nosotros, tengan la certeza de que no aflojamos ni debajo del agua. (APLAUSOS)

Porque estamos absolutamente convencidos de que no podemos volver al pasado; no podemos volver a un pasado donde los que administraban decían que no importaba el superávit comercial o el superávit fiscal o que la obra pública era un gasto o que realmente convenían en que solamente debíamos ser un país de servicios únicamente. No queremos volver a ninguno de los pasados, ni a los de las malas gestiones de administración ni a los de las malas políticas económicas.

Porque, ojo, uno no puede equivocarse no solamente por las políticas, sino también por una incorrecta administración. Aunque creo que siempre ambas están íntima y directamente vinculadas.

Por eso, hoy tengo mucha alegría, mucho orgullo de inaugurar esta jornada de trabajo porque luego de esto no se crean que se van, sino que se quedan trabajando conjuntamente con la señora presidenta del Banco Nación, con el señor Ministro de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, con la gente de la Comisión Nacional de Valores, con todo el equipo de ministros provinciales, porque esta es una medida que beneficia, fundamentalmente, obviamente a los productores de trigo, esto es provincia de Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba y La Pampa, así que, esta es una medida que estamos apuntando a los productores de lo que normalmente se denomina el corazón de la Pampa Húmeda, donde obviamente tenemos la mayor producción triguera.

Agradecerle a todos, a la Bolsa de Cereales de Rosario y su Mercado de Valores Sociedad Anónima, una institución privada que articula con el sector público para encontrar soluciones, que es lo que tenemos que hacer, ponernos a trabajar sin discursos ni estridencias en conseguir soluciones para la gente que representan ellos, que son los productores, que sus verdaderos representados, y nosotros que tenemos que preocuparnos de los intereses de los productores y del resto de los argentinos, en este caso, retenemos la producción para darle mejor precio; otras veces, utilizamos la retención para que haya precio en la mesa de los argentinos y podamos también tener un mercado. Es decir, instrumentos de política económica al servicio de la Nación.

Muchas veces incomprendidos, muchas veces denostados por algunos pero que, finalmente, estamos actuando, si se me permite, yo sé que alguno se va a enojar, pero quiero decir que hoy el Banco Nación, con esta tasa de crédito para que el productor retenga su producción y no la malvenda, está actuando como una Junta Nacional de Granos, digamos, casera, porque esa era la función que tenía, más allá de cómo se distorsionó o se mal cumplió después, esa es otra historia. Pero, en definitiva, es ayudar a que el productor aguante con la producción para que no lo esquilmen con el precio.

Porque, bueno, vivimos en las reglas del mercado y en el mercado siempre, obviamente, el que más tiene es el que más puede presionar sobre el que menos tiene que es quien tiene que liquidar su cosecha, sobre todo los pequeños y medianos, para poder seguir sembrando y poder seguir produciendo.

Esta tasa del 14 por ciento anual, subsidiada en 7 puntos por el Banco Nación y que en 180 días se reduce en realidad a 3,50, con una prórroga de 90 días, es un instrumento, precisamente, para ayudar a que ese productor triguero no sea esquilmado en su precio pleno.

Así que, agradecerles a todos ustedes los esfuerzos, la presencia, la convicción y la confianza en este nuestro país, la República Argentina.

Muchas gracias y buenos días.
Fuente: Anuncio de medidas para el campo.
Textos relacionados:
Así la quiero escuchar Presidenta, firme, y decidida.
Kirchner; Cristina Fernández de
>
>>>>>>>>>>>Envíe por correo o comentario la URL (http://..........) de la página publicada (propia o ajena) respecto al tema y será colocada aquí.
>